«La ciencia no puede consistir en un monólogo de los investigadores»

José Ballesta Consejero de Industria, Empresa e Innovación. ALFONSO DUR�N/AGM

Antes de centrarse en su carrera política fue científico. Es doctor en Medicina y Cirugía, catedrático de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, de la que ha sido vicerrector de Investigación e Infraestructuras entre los años 1992 a 1994 y rector de esta institución docente entre 1998 y 2006. Es autor de numerosos artículos de investigación y académico de número de la Real Academia de Medicina, una faceta que le ha permitido conocer lo importante que es la labor de los investigadores.

-Un año más, a pesar de las dificultades, la SeCyT vuelve a celebrarse. ¿Es un signo de que el Gobierno regional mantiene su firme apuesta por promover la cultura científica?

-Efectivamente, este año celebramos la edición número XII de la Semana de la Ciencia y la Tecnología de la Región de Murcia (SeCyT). Un evento que ha calado de una manera muy especial en nuestra Región, como demuestra la participación de decenas de miles de ciudadanos que, año tras año, visitan esta Feria. Desde luego, entre sus objetivos principales se encuentra la creación de lo que llamamos una ‘atmósfera científica’, un entorno en el que la ciencia ocupe un papel protagonista que ayude a despertar vocaciones científicas. Pero se persigue también un objetivo más amplio, el de extender entre todos los murcianos una cultura científica, hacer que la ciencia se vea como lo que es, una parte muy importante de nuestra cultura.

-¿Se celebran eventos como éste porque la ciencia interesa o la ciencia interesa gracias a la celebración de jornadas como ésta?

-Ambos planteamientos son ciertos. La participación de los ciudadanos en las cuestiones relacionadas con la ciencia es un imperativo social y democrático. En una sociedad en que la ciencia y la tecnología tienen tanta incidencia y que hace depender de estas actividades muchas oportunidades, todos los ciudadanos deben tener acceso a la cultura científica, porque no podemos abrir una brecha entre ‘los que saben’ y ‘los que no saben’. La ciencia no puede consistir en un monólogo de los científicos. Ha de convertirse en un diálogo en el que los ciudadanos muestren sus intereses, sus problemas, sus necesidades y sus prioridades, de manera que los científicos puedan orientar su trabajo teniendo en cuenta los desafíos que presenta la realidad social en que vivimos.

-Tras el éxito de ediciones anteriores, ¿se puede afirmar que los murcianos son receptivos y se implican en este tipo de actividades?

-Los ciudadanos de la Región de Murcia se encuentran, en distintos estudios de percepción social de la ciencia, entre los españoles que manifiestan mayor interés por las cuestiones relacionadas con la misma, y las administraciones tenemos la responsabilidad de mantener y acrecentar ese interés. No se trata solo de conseguir un público más amplio para las ciencias en el contexto cultural, sino de ofrecer a los ciudadanos la oportunidad de comprender mejor el mundo en que vivimos gracias al conocimiento científico, de permitirles tomar decisiones en la vida cotidiana que requieren un conocimiento de estos aspectos, de fundamentar opciones y opiniones y, en suma, de generar una capacidad crítica que en última instancia permitirá profundizar en la construcción democrática de nuestra sociedad.

-Los ciudadanos que se acerquen al Malecón de Murcia ¿qué se van a encontrar en esta ocasión?

-Este año hemos hecho un esfuerzo importante que nos va a permitir ofrecer casi 200 actividades elaboradas cuidadosamente para los distintos públicos que visitan cada año la SeCyt. Además, vamos a dedicar una jornada exclusivamente a los centros educativos y dispondremos de más de 10.000 metros cuadrados de exposición en el Jardín del Malecón, un entorno que está ligado a la ciencia desde que en 1845 se construyó para la realización de prácticas de la Cátedra de Agricultura del Instituto de Enseñanza hasta convertirse en un auténtico Jardín Botánico.

-Las instituciones públicas de la Región: universidades, centros de investigación y académicos, entre otros, se vuelcan con la preparación del evento. En este sentido, ¿cómo cree que se plantea esta cita?

-Esta es sin duda una de las claves del éxito de la SeCyt desde su primera edición, su capacidad de aglutinar el trabajo de divulgación de casi medio centenar de organismos e instituciones de la Región, en el esfuerzo común de compartir con el público su trabajo: universidades, organismos de investigación, hospitales, museos, administraciones públicas, centros tecnológicos, empresas. Se ha generado, incluso en muchas instituciones y organismos que inicialmente no tenían entre sus objetivos la divulgación de la ciencia y la tecnología, una línea de trabajo en este sentido. Esta integración de lo público y lo privado, de la ciencia y de la innovación, de lo lúdico y lo formal y la capacidad de diálogo de los propios científicos permiten comunicar la ciencia como debemos hacerlo: de una forma inteligible e inteligente.

-Queda así de manifiesto que tan importante es trabajar como que tenga visibilidad lo que se desarrolla. ¿Cuál es la importancia de la divulgación científica?

-La divulgación científica ha sido una preocupación de los científicos siempre, pero ahora es también una preocupación social. El propio Galileo, seguramente el primer divulgador científico moderno, publicó su ‘Siderius Nuncius’ con el fin de comunicar todos sus descubrimientos. De hecho, la ciencia no ha estado tradicionalmente desvinculada de la cultura, ni excluida la participación de los ciudadanos. A principios del siglo XX, las primeras asociaciones naturalistas y astronómicas empezaron a contar entre sus filas con aficionados que aportaban sus conocimientos básicos al trabajo de científicos y estudiosos. Este sentimiento de pertenencia social de la ciencia se recupera ahora en una sociedad fuertemente impregnada de los avances de la ciencia y de sus ideas y valores.

-La mayoría de actividades programadas para la SeCyT 13 están dedicadas a niños y jóvenes, no obstante son muchos los padres que acompañan a sus hijos ¿es importante que los mayores entiendan la importancia de motivar a los más pequeños?

-Los padres son los primeros y principales educadores. El nuestro es un mundo repleto de productos que proceden de avances científicos y su comprensión se ha convertido en una necesidad para todos: todos necesitamos utilizar la información científica para evaluar opciones que se plantean cada día; todos necesitamos ser capaces de implicarnos en discusiones públicas acerca de asuntos importantes que se relacionan con la ciencia y la tecnología. Pero hay también un elemento más profundo: todos merecemos compartir la emoción y la realización personal que puede producir la comprensión del mundo que nos rodea.

-¿Cómo valora el papel que juegan los maestros y profesores a la hora de divulgar la ciencia?

-La educación en la ciencia es fundamental para extender una cultura científica y tecnológica y para que los jóvenes se inclinen hacia los estudios científicos, detrás de la cual hay, muy a menudo, un buen profesor de ciencias. La educación científica debe abordarse tanto en el plano formal como en el informal. La Fundación Séneca ha consagrado mucho esfuerzo a crear materiales para la educación científica y a ponerlos a disposición de padres y educadores. En esta edición de la SeCyT dedicaremos una jornada, la del viernes por la mañana, exclusivamente a los centros educativos, para apoyar a los profesores en esta labor.

-¿Cómo se presenta el 2014 para los investigadores de la Región?

-Contarán, como siempre, con el respaldo del Gobierno regional. En concreto, el año 2014 hemos querido hacer un esfuerzo especial por impulsar la investigación en nuestra Región y, en este sentido, recientemente llevamos a la Asamblea Regional la propuesta de incrementar en un 60% los recursos que destinamos a ayudas para los investigadores. De esta forma, el próximo año alcanzaremos la cifra de cuatro millones de euros, que nos permitirán continuar con nuestros programas de becas pre y post doctorales y nos permitirán, también, apoyar más de 250 proyectos de investigación que implican a unos 2.000 investigadores en la Región.