Hace 15 años el mundo conoció la clonación

Febrero 23, 2012 Microciencia

CIENCIA DOLLYELESPECTADOR.COM- Sólo siete meses después de que el británico Ian Wilmut, y un grupo de investigadores del Roslin Institute de Edimburgo, lograran la primera clonación de un mamífero, el mundo tuvo noticia de ello. Fue el 23 de febrero de 1997. Ese día la institución anunció la existencia de la oveja Dolly, revolucionando la ciencia, partiéndola en dos, demostrando que sí era posible modificar las celulas, o como lo explica el doctor Wilmuy “reprogramar el material genético de una célula adulta hasta su estado embrionario”.

En entrevista a la agencia EFE, Ian Wilmut afirma que la oveja Dolly fue el punto de partida para el desarrollo de nuevas investigaciones,“encaminados a curar enfermedades en humanos”. Este fue también el comienzo de un duro debate ético y moral sobre los límites de la ciencia y la posibilidad de crear vida a través de medios artificiales. Se discutió fuertemente, por ejemplo, qué tan legítimo sería intentar la clonación de seres humanos o de órganos con fines terapéuticos.

“Si bien es una exageración afirmar que podemos cambiarlas de la manera que queramos, sí podemos hacerlo de muchísimas formas que eran completamente inimaginables antes de que naciera Dolly”, dijo el científico Wilmut. Además enfatizó en que la clonación ha sido un aporte fundamental para el desarrollo de la medicina. “Hay muchas enfermedades que no comprendemos y una manera de estudiarlas para poder fabricar medicamentos es producir animales que tengan esa misma enfermedad”. Y para dar un ejemplo citó a una empresa estadounidense que realizó cambios genéticos en ganado para que los animales produjeran anticuerpos humanos. “Éste es un enorme logro técnico”, señaló entusiasta.

En 1998 Dolly volvió a ser noticia al ser cruzada, de modo natural, con un carnero de montaña galés. Quedó preñada y meses después nació “Bonnie”. Esta fue la muestra de que un animal clonado era fértil y podía reproducirse sin problemas.

La oveja fue el blanco de una nueva controversia en 1999, cuando la revista Nature publicó un artículo que sugería que Dolly sufría un proceso de envejecimiento prematuro.Los autores del estudio aseguraban que era muy probable que la oveja hubiera nacido con una edad genética de seis años, que era la edad de la oveja donante de la célula. De inmediato el Roslin Institute rechazó los señalamientos.

Esta tesis volvió a tomar fuerza en el 2002 cuando Dolly, ya con cinco años, empezó a padecer una variedad de artritis que, los científicos señalaban, era inusual para su edad. Otra vez los creadores del animal salieron en su defensa: esta vez argumentaron que la artritis pudo haber sido desarrollado tras una caída, o simplemente ser consecuencia de la “estresante” rutina de la oveja, que seguía siendo parte de un trabajo científico.

Dolly fue sacrificada el 14 de febrero de 2003, con seis años de vida (habitualmente estos animales viven unos 12 años). La oveja fue sacrificada por los mismos científicos que la crearon, porque había desarrollado una enfermedad pulmonar progresiva; enfermedad que según los investigadores no estuvo relacionada a la clonación. Hoy el cuerpo disecado de la oveja reposa en el Real Museo de Edimburgo.

Al ser cuestionado por la posibilidad de la clonación en humanos, Ian Wilmut se sigue oponiendo fuertemente. Además asegura: “No es posible clonar humanos; no hay primates clonados. No entendemos porqué pero hay algo diferente en el desarrollo inicial de los primates que hace que los actuales procedimientos de clonación no funcionen”.

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