Botox no sólo contra las arrugas

La toxina botulinica, más conocida comoBotox, se utiliza desde hace años en tratamientos de estética ya que posee la capacidad de  producir parálisis muscular por denervación química o lo que es lo mismo: paraliza los músculos y evita así determinadas expresiones faciales que pueden provocar arrugas en el rostro.

Actualmente se trabaja con el Botox en otros campos como la neurología o la óptica ya que su poder paralizador puede es beneficioso en tratamientos contra la migraña o el estrabismo.
Es importante advertir del riesgo de utilizar esta toxina de un modo inadecuado y que es fundamental ponerse en manos de expertos a la hora de tratarse con ella.

Entrevista a Pedro Orenes, Cirujano Plástico

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