Ciencia abierta contra la malaria desde Tres Cantos

Marzo 24, 2014 Microciencia

Un investigador mantiene la colonia de mosquitos del insectario del Centro de Investigación de Enfermedades de Países en Desarrollo de Tres Cantos. / GSK

Un investigador mantiene la colonia de mosquitos del insectario del Centro de Investigación de Enfermedades de Países en Desarrollo de Tres Cantos. / GSK

Fuente: SINC

El gigante farmacéutico británico GlaxoSmithKline (GSK) puso en marcha hace cuatro años en sus instalaciones de Tres Cantos (Madrid) Open Lab, una iniciativa que promueve la colaboración entre investigadores de todo el mundo para avanzar en nuevos tratamientos de enfermedades de países en vías de desarrollo como la malaria. Gracias a este impulso, ya se han desarrollado dos compuestos prometedores contra esta patología que serán ensayados con humanos en fase 1 a finales de año.

GlaxoSmithKline (GSK), la segunda mayor farmacéutica del mundo, decidió poner en marcha en 2010 Open Lab, un proyecto de ciencia abierta para avanzar en nuevos tratamientos contra enfermedades de países en vías de desarrollo como la malaria, las causadas por kinetoplástidos (chagas y leishmaniosis) y la tuberculosis.

Una media de 19 científicos de instituciones de todo el mundo llegan a Open Lab cada año y llevan a cabo sus proyectos relacionados con estas enfermedades en los laboratorios del Centro de Investigación de Enfermedades de Países en Desarrollo (DDW, por sus siglas en inglés) de GSK en Tres Cantos. El centro cuenta con una plantilla fija de 120 científicos y dispone de lo último en equipamiento para investigación.

“Como resultado de ello, ha sido posible la creación de un portfolio de 37 proyectos en Open Lab, de los que 14 han sido ya completados, 11 están en desarrollo y 12 están aprobados para iniciarse próximamente”, ha señalado Mike Strange, director de operaciones DDW durante una visita al centro con periodistas alemanes y españoles.

Insectario

Para la investigación en malaria, el DDW cuenta desde 2012 con un insectario de mosquitos en sus instalaciones de bioseguridad nivel 3, requerido para trabajar con agentes exóticos, según explica a Sinc Javier Gamo, director de la unidad de malaria en este centro.

”Es una instalación pionera. En Europa solo existen otros dos insectarios para estudiar malaria, que están en el Imperial College de Londres y en un hospital de Holanda, pero ninguna de los dos tiene los estándares industriales del nuestro”, destaca Gamo.

En el insectario se estudia el efecto de nuevas moléculas antimaláricas en las fases del parasito responsables de la transmisión de la enfermedad. Cuenta con tres áreas, una de ellas dedicada al cultivo de las fases sexuales de Plasmodium falciparum (gametocitos); otra en la que se realiza el mantenimiento de la colonia. En la tercera, se llevan a cabo las infecciones in vivo de mosquitos.

Esta instalación permite llevar a cabo ensayos para estudiar las moléculas sintetizadas en GSK en las distintas formas del ciclo de malaria. “El objetivo es descubrir nuevos fármacos con capacidad de bloquear la transmisión de la enfermedad”, señala el científico.

Gracias a este esfuerzo investigador contra esta enfermedad, en el DDW de Tres Cantos han encontrado dos moléculas que han demostrado actividad bloqueando la trasmisión de la malaria en estudios preclínicos con roedores.


Javier Gamo explica que “se trata de dos nuevas familias químicas que, además de ser activas frente a las formas de malaria responsables de los síntomas, son capaces de eliminar las formas que causan la transmisión de la enfermedad”

La empresa tiene previsto iniciar la fase 1 de ensayos con humanos de estos dos compuestos a finales de este año, indica Gamo. En esta fase, se prueba la estabilidad y la seguridad de los fármacos con voluntarios sanos y en la siguiente ya se ensaya con enfermos, explica.

En el área de tuberculosis y kinetoplastea, los laboratorios de Tres Cantos de GSK también han logrado avances con varios candidatos preclínicos que iniciarán la primera fase con humanos este año.

13.533 ‘hits’ en abierto

Javier Gamo es un convencido de los beneficios de la investigación en abierto y cuenta que su firma dio en 2010 un gran paso en esta línea

“Probamos nuestra colección completa de dos millones de compuestos y compartimos con toda la comunidad científica los 13.533 hits que mostraron signos de actividad para hacer frente a la malaria. Los resultados fueron publicados en Nature en mayo de ese mismo año.

Según la firma, esta acción desencadenó una oleada de nuevas investigaciones y el resultado fue tan exitoso que en 2012 decidieron repetir la experiencia en el área de tuberculosis, probando toda su colección de compuestos y publicando los resultados en una revista científica.

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