El peor enemigo de la pera de Jumilla
Continuamos centrándonos en productos de la tierra que se ven amenazados por agentes externos. Si el otro dÃa hablábamos del agotamiento del suelo que sufre el pimiento, hoy nos centramos en una plaga de chinches que afecta a la pera de Jumilla y genera hongos que estropean el género. Tanto el agotamiento como la hegemonÃa de esta plaga tienen un origen común: la mano del hombre. En el caso de las chinches, el uso de plaguicidas ha acabado exterminando a los enemigos naturales de esta especie, convertida asà en el peor adversario de la pera jumillana.
Por suerte, el Equipo de Control Biológico del IMIDA se está encargando regenerar esta fauna de depredadores y parasitoides para equilibrar la población de estos molestos hemÃpteros. La denominación de origen de esta fruta es la gran beneficiada de estos nuevos métodos que permitirán que podamos seguir disfrutando de forma natural de estas peras, de su pulpa blanca y jugosa, de su sabor azucarado y de su chapa rojiza. Porque si algo caracteriza a las peras de Jumilla es su color: son de color amarillo verdoso, con una chapa rojiza debido a la gran insolación que reciben.
La idea es no degradar los sistemas ecológicos manteniendo el rendimiento de los cultivos. Como menciona Paulino Ros en el programa de hoy, resulta sorpredente que después del uso masivo de la quÃmica durante años, se pretenda volver a un estadio anterior: la paradoja consiste en que una agricultura “limpia” es primitiva en su concepto (más ecológica), pero se vale enérgicamente de los últimos avances tecnológicos.
Entrevista a Alfredo Lacasa, investigador del IMIDA.
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