La electricidad quiere romper con los cables
Madri+d- Dicen que la venganza es un plato que se sirve frÃo. Para Nikola Tesla, quizá demasiado frÃo. El cientÃfico que mejor comprendió la electricidad, fallecido en 1943, ha tenido que esperar más de un siglo para ver cumplido su sueño.
Dos compañÃas de EE.UU., WiTricity e Intel, pelean por ser los primeros en comercializar el transmisor inalámbrico de electricidad, el proyecto que supuso el principio del fin de la brillante carrera de Tesla.
En 1901, el genio serbocroata inició en Nueva York la construcción de su ingenio más revolucionario, la torre Wardenclyffe, una gigantesca antena de telecomunicaciones diseñada para la telefonÃa comercial transatlántica, retransmisiones de radio y difusión de electricidad sin cables. La falta de financiación y las luchas comerciales acabaron por derribar su faraónica torre, que acabó vendida como chatarra en 1917. Hundido y arruinado, Tesla vivió los últimos años de su vida en la pobreza y murió sin reconocimiento alguno, a pesar de que su privilegiada mente imaginó hasta 1.600 dispositivos distintos.