Pequeños grandes cerebros
Hace no muchos años las dificultades de algunos niños para adaptarse a la escuela y seguir la materia impartida en las clases se consideraba vagancia o desinterés. Hoy se sabe que puede, efectivamente, tratarse de un alumno “distraído” o, por el contrario, de uno con una alta capacidad para aprender, inquieto y muy observador, y que se aburre porque desearía avanzar más deprisa.
Los niños superdotados ya no son los desconocidos que eran cuando hace veinte años no se sabía con exactitud que ocurría en la mente de estos pequeños talentos. A día de hoy, por suerte para padres e hijos, los educadores saben dirigir la actividad de estos “cerebros” privilegiados.
La Consejería de Educación, Empleo y Formación de la Región de Murcia lleva años apostando por la integración de estos alumnos aventajados dentro de las aulas de la región. Para ello, dos de los pasos fundamentales han sido y son la detección del alumno superdotado e, inmediatamente, el trabajo para el desarrollo de sus habilidades cognitivas.
Dentro de esta misión educativa se enmarca la Jornada Regional de Altas Capacidades que ayer celebró su quinta edición en el Salón de Actos del Centro Social Universitario de Espinardo. Más de 100 padres y profesores se dieron cita para dialogar y debatir sobre las necesidades educativas de los alumnos superdotados. Un ejemplo de los proyectos educativos que ya se llevan a cabo son los Programas Específicos de Desarrollo de Altas Capacidades, que permiten a los niños superdotados hacer hincapié en aquellas áreas o temáticas en las que mejor se desenvuelven.
Nuestro compañero Paulino Ros asistió ayer a las jornadas en nombre de 
Microciencia y obtuvo información de primera mano; la de Lola Prieto, investigadora de la Universidad de Murcia y la de Ángela Rojo, pedagoga de la Consejería de Educación y directora de los Talleres para el Enriquecimiento de Niños Superdotados.
Gracias a ambas hemos podido comprobar como los niños con capacidades superiores a la media tienen ahora la posibilidad de desarrollarlas sin necesidad de abandonar su clase y a sus compañeros. Lola Prieto explica lo preparados que están ahora los docentes al estar más sensibilizados sobre lo que supone para un niño ser superdotado.
En la región alrededor de 700 niños han sido diagnosticados como brillantes, talentosos o superdotados, de los que únicamente un 1% ha tenido que abandonar su clase para adelantar un curso. Este fenómeno se explica, según Ángela Roja, gracias a que desde hace tres años los alumnos superdotados pueden desarrollar sus capacidades en talleres extraescolares que contribuyen al progreso cognitivo, creativo y social del menor. Se trata de talleres quincenales que permiten a los niños superdotados desatar sus inquietudes fuera del horario lectivo y seguir compartiendo aula con niños de su edad.
Gracias a estas jornadas, padres y profesores intercambian experiencias y abordan nuevos métodos para lograr que los “jóvenes cerebros” sean algún día “grandes mentes”.
Más información sobre cómo identificar a un niño superdotado: aquí.
Entrevista a Lola Prieto, investigadora de la Universidad de Murcia, y a Ángela Rojo, directora de los Talleres para el Enriquecimento de Niños Superdotados.
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