Carol V. Robinson

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Pionera en el uso de la espectrometría de masas en el estudio de las proteínas

Carol V. Robinson es química, nacida en el Reino Unido en 1956.

A los dieciséis años dejó la escuela para hacer un curso de cocina y costura porque su padre creía que “lo que las mujeres debían saber era cómo cuidar su hogar”. Muy poco después consiguió un trabajo en la compañía farmacéutica Pfizer como técnico de laboratorio y allí aprendió a usar el espectrómetro.

Carol decidió dedicarse en cuerpo y alma al estudio de la espectrometría, una técnica que permite analizar moléculas complejas y así identificar los compuestos químicos presentes en una sustancia. Comenzó a trabajar a tiempo parcial y a asistir a clases por las tardes para conseguir su licenciatura en química y el doctorado.

Durante aquellos años se impuso una disciplina tan férrea que aún hoy le resulta difícil apartarse de ella. Según sus propias palabras: “Aún me cuesta relajarme y me siento culpable si no estoy trabajando”. Después de aquella primera época vino una pausa de ocho años para criar a sus hijos, lo que hizo bastante complicada su vuelta a la investigación científica.

En su investigación, pionera en el uso de la espectrometría de masas, Carol V. Robinson estudia el funcionamiento de las proteínas de la membrana de la célula, las cuales juegan un papel importante en enfermedades como el cáncer, la esquizofrenia y también en la drogodependencia. Sus revolucionarios avances en el conocimiento de la estructura tridimensional de las proteínas, son hoy día la base del desarrollo de los medicamentos.

Carol V. Robinson es actualmente catedrática de química en la Universidad de Oxford, después de haberlo sido en la Universidad de Cambridge. En 2004 fue elegida miembro de la Royal Society; en 2013 se le concedió el título de Dame Commander de la Orden del Imperio Británico. Asimismo, ha sido galardonada con el European Research Council Award y el Premio L´Oréal-UNESCO.

«Esta cultura nuestra de largas horas de trabajo está en conflicto con la vida familiar, y con la vida en general, y en mi opinión éste es el mayor obstáculo que las mujeres perciben; pero una carrera en ciencias es tremendamente gratificante y apasionante.»