120.000 muestras de los océanos profundos de todo el mundo constituyen el “tesoro científico” de la misión.
La expedición Malaspina 2010, que zarpó de Cádiz a bordo del Hespérides el 15 de diciembre de 2010 concluyó el 14 de julio pasado en el Arsenal de Cartagena un viaje que la ha llevado por los océanos de todo el mundo.
La misión, a bordo del Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides pretende estudiar el impacto del cambio global en el ecosistema del océano y explorar su biodiversidad, particularmente en el océano profundo. Se conmemora al mismo tiempo una de las misiones científicas marinas más importantes de nuestra Historia, la de Alejandro Malaspina, de cuya muerte se cumplen 200 años. El 30 de julio de 1789 zarpaban del puerto de Cádiz las corbetas Descubierta y Atrevida. Apenas un año antes, el rey Carlos III había aprobado el ambicioso proyecto de efectuar un viaje científico y político alrededor del mundo. El 21 de septiembre de 1794, tras cinco años de navegación y después de haber explorado y estudiado tierras y mares de América, Asia y Oceanía, la expedición regresó a Cádiz. Traía en las bodegas un tesoro científico, y ocho millones de pesos para la Corona. Malaspina, que condujo el más importante viaje científico del siglo murió en el destierro, en Italia, un 9 de abril de 1810.
Fuente: www.expedicionmalaspina.es
La expedición Malaspina 2010 trae en sus bodegas 120.000 muestras – principalmente agua, aire y plancton- , y más de 6 gigabytes de datos han acompañado de regreso a la expedición, y aseguran “ trabajo para 5, 10 ó 30 años” en palabras del coordinador de la expedición, Carlos Duarte. profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata de la mayor colección de muestras del océano profundo que existe, un auténtico “tesoro científico” extraído de los océanos Atlántico, Indico y Pacífico, que incluye la toma de muestras, por primera vez, del ADN del océano de todo el mundo, obtenidas a miles de metros de profundidad y cuya secuenciación podría permitir a España liderar el conocimiento mundial en genómica de los océanos.
Las muestras tomadas hasta ahora por investigadores como Craig se refieren a aguas superficiales, de hasta 200 metros. El trabajo de la expedición Malaspina ha recogido miles de muestras hasta más de 4000 metros de profundidad,
Para Carlos Duarte, el análisis de todo este material permitirá “evaluar con precisión el impacto del cambio global en los océanos y en su biodiversidad. Y contribuir a la búsqueda de nuevas fuentes de energía, de fármacos y aplicaciones en biomedicina, y de recursos alimentarios”.
Frente a la diseminación de esfuerzos de pequeños grupos de investigación -aunque a menudo de prestigio internacional- que domina el panorama español de investigación en oceanografía, la expedición ha demostrado, en opinión de su Director, “ las ventajas de agrupar equipos y esfuerzos, no solo españoles, sino también de otros países”
Más allá de los resultados alcanzados, el proyecto ha obtenido gran repercusión internacional. Hace unos días, la revista Natura reconocía a la expedición Malaspina 2010 el mérito de inaugurar una nueva manera de hacer ciencia, que será imitada por otros países.
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