Las momias no vienen de Egipto
Madri+d- Los Ángeles no es El Cairo, pero en la ciudad californiana también es posible encontrar momias. Hace sólo unos días, un obrero de la construcción se llevó la mayor sorpresa de su vida. Sin quererlo, se convirtió en improvisado arqueólogo al encontrar un cadáver momificado mientras participaba en las tareas de demolición de un edificio abandonado.
El cuerpo se encontraba en un hueco entre los cimientos de la casa y tenía la cabeza sobre una almohada. Según los familiares del fallecido, desaparecido hace cinco años, le gustaba dormir en lugares pequeños y murió por causas naturales practicando su afición preferida. El clima seco de California contribuyó a preservarlo en perfecto estado. Y es que convertirse en momia es más fácil de lo que parece. No hace falta ser un faraón egipcio, ni utilizar complejos procesos de embalsamamiento. Para William Harris, vicepresidente del Centro de las Ciencias de California, el secreto es muy simple: “Basta con morirse en el lugar adecuado”.